martes, 11 de enero de 2011

Los padres en la educación

La sociedad está pasando por unos momentos de crisis, presentando ese deterioro también en la relación entre padres e hijos. ¿Cuántas veces no hemos escuchado eso de que el colegio está para educar a los hijos?. En gran medida esto es cierto, pero también es cierto que los valores y patrones básicos para un buen comportamiento y los patrones de  conducta establecidos por los padres serán los que  servirán de pilares básicos a la hora de establecer relaciones de amistad y pareja con sus iguales, basándose en el respeto, tolerancia, fidelidad, pudiendo llegar a considerarse los pilares básicos a la hora de formarse como adulto en la familia.

Aquí os dejo  unos videos, el primero es de una campaña publicitaria que refleja claramente la influencia del comportamiento paterno en los niños.





¿Cómo conseguir que nuestros hijos sean tolerantes y respetuosos? ¿Cómo conseguir que su conducta sea la correcta, o por lo menos lo menos incorrecta posible?
Es bien sabido por todos que los hijos tienden a imitar los comportamientos de sus padres, compartir ideologías, gustos, preferencias. Es durante la época de la niñez cuando los niños admiran y mitifican a sus padres y los toman como patrones de conducta. Si durante esta época el niño ve en su entorno familiar que la forma de dialogar es a base de darse voces, con faltas de respeto a la hora de referirse a su interlocutor, blasfemando,... ese niño tenderá a reproducir ese tipo de conducta en sus relaciones habituales, ya que son las que ha vivido en su seno familiar.

Tal vez sea durante la preadolescencia y adolescencia cuando esa unión con la familia empieza a deshilacharse y aparece cada vez con más fuerza y vehemencia las relaciones cada vez más estrechas con los amigos.
El apego y la confianza que en la niñez se tenía a los padres es como si se desvaneciese y se sustituyese por el apego y confianza en los amigos.
Pero esto no es del todo cierto, según la denominada teoría del apego, el tipo de apego establecido en la niñez tiende a ser estable, y aquellos niños que establecieron un tipo de apego estable con sus padres en la niñez tienden a menatenerlo, pero las muestras de afecto varíarán durante la adolescencia, dónde esas muestras de apego se mostrarán de otra forma.
Lo que pretendo destacar aquí es la continuidad, que aquellas familias que hayan mantenido unas relaciones más cálidas con sus hijos serán las quee mejor se ajusten a la transición adolescente. Steinberg (2001) afirma que sólo un 5% de los chicos que pertenecen a familias dónde las relaciones familiares eran cálidas se convierten en adolescentes conflictivos.

Pero deberán ser ellos mismos, los adolescentes, los que descubran una vida valiosa y fructífera de manera que no sientan coartada su libertad por una autoridad que intente enseñarle eses valores, la literatura y el cine pueden ser de gran ayuda para inculcar esos valores.